Digamos que si eres sacerdote puedes hacerlo, pero si no, no es posible, ya que Cristo confió a sus Apóstoles el ministerio de la reconciliación, los Obispos y presbíteros lo pueden realizar en virtud del sacramento del Orden Sacerdotal pues perdonan los pecados en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
¿SI SON PERDONADOS NUESTROS PECADOS O NOS VAMOS A IR AL INFIERNO? Claro que son perdonados, todos estamos llamados a la conversión que Jesús nos ha propuesto en el Evangelio, siendo conscientes de nuestra debilidad y teniendo en cuenta la oportunidad de la reconciliación.
El corazón del ser humano esta endurecido tras la debilidad del pecado que conlleva a cerrarnos a la gracia de Dios, pero recuerda ¡es más grande su misericordia! Que viene a liberar nuestras almas y ablandar nuestros corazones, traspasando así todos los límites y muriendo Él por el perdón de nuestras culpas.
¿CON UNA SOLA CONFESION YA NO TENDRE PECADOS? Lamento decirte que no, esto es un proceso de conversión interior que dura toda la vida, donde Dios permanece a nuestro lado para guiarnos a la gracia, Dios va dando un corazón nuevo al ser humano y una conciencia que nos reorienta a Él.
Si, son cinco:
Un buen examen de conciencia.
Dolor de nuestros pecados.
Propósito de enmienda.
Confesar al sacerdote todos los pecados.
Cumplir la penitencia puesta por el confesor.
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