Por: Laura Leticia Zapien Marin
Trate de recordar cuándo fue la primera vez que me paré frente a un grupo a tratar de enseñarle algo a alguien, y, seguramente fue hace más de 20 años, lo más probable es que haya sido frente a un grupo en la escuela primaria, de secundaria, técnico, y vino a mi mente, uno de los recuerdos más antiguos y arraigados, recordé cuando leía mis poemas, si escribía poemas para el saludo de los lunes, los temas eran según el mes, podía escribirle a mi Patria, a los héroes y a mi heroína favorita, a mi madre, veo en el patio de la escuela todos los grupos de alumnos, de todas las secciones y todos los años, había aliñado mis ropas, siempre hay que verse bien peinada y con moño, lo que importaba entonces era impactar con mis palabras a aquellos seres que me escuchaban absortos interesados en lo que iba a decir, hoy comprendo mi inocencia era primaria, lo que quería hacer, era enseñar lo que pensaba, contagiar a los demás de lo que yo sentía.Mi único interés entonces era que mi madre escuchara mi poema, ese poema que resultaba de lo que leía, de lo que a mi edad plasmaba en versos y cuando escuchaba los aplausos, porque en la primaria siempre te aplauden cuando haces algo en en el saludo a la bandera, en los eventos especiales, buscaba la cara de mi mamá, la expresión de aceptación y comprensión de ella y el aplauso de mi mamá que confirmaba mensaje recibido, te amo hija y escribes bonito con lágrimas en los ojos.
Esa, es una de las tantas veces que recuerdo, haberme parado frente a grupos para exponer, letras propias o ajenas, eso sí con sentimientos muy particulares modelados por maestras y maestros ejemplares, que ya habían despertado mi gusto por la enseñanza.
Mis materias favoritas, Español, lectura de comprensión, historia y química, porque química¿ por sus reacciones que cambiaban de un gris o blanco a azules, verdes, era solo mezclar sustancias para tener compuestos diferentes, me fascinaba pintar el color del sulfato de cobre, poner fenolftaleína y ver el rosa mexicano en una solución básica, eso significaba vida, cada sustancia existía y al combinarse se transformaba en otra.
Fue tiempo de elegir carrera, y elegí la Ingeniería Metalúrgica, otro maestro me inspiró con su explicación del diagrama Hierro-Carbono, las líneas dejaron de serlo ahora comprendía fases, la ferrita, la martensita, su combinación y temperatura les daban propiedades de dureza variadas según su aplicación, transformación es la palabra.
Después me gustó la psicología y cuando alguien me preguntaba bueno que tiene que ver la psicología con la metalurgia, volví a mis principios básicos la metalurgia extrae minerales, los transforma, forma aleaciones, metales con propiedades diferentes se combinan aportando sus características individuales y resulta una combinación de elementos más fuerte, mejor, con otras propiedades que no hubiera tenido por sí mismo. Así relacionaba a los seres humanos, la psicología identifica las características y las encauza en el autoconocimiento para el autodesarrollo.
Si alguien estuviera química es obligado leer el Alquimista, hoy lo recordé y es el título de mi artículo realmente el alquimista buscaba la piedra filosofal aquella combinación de elementos que podían convertirse en oro y en plata, que entonces eran los metales más apreciados los más valiosos, se buscaba la riqueza que te da poder.
Y me cuestione, ¿por qué los alquimistas no solamente se quedaron en la búsqueda de convertir oro y plata ? ¿por que buscaban la vida eterna? a la inmortalidad dieron un sentido no nada más físico sino también espiritual cuando hablaban de inmortalidad y éramos más cristianos más apegados a las leyes divinas quiero pensar que se referían a ese inmortalidad a la inmortalidad estar con el creador vez de ir más allá no a la inmortalidad que vemos en nuestros tiempos de conservar el cuerpo de hacer del cuerpo una máquina.
Cuando hablamos de educación, me pregunto, no será el educador un alquimista el que busca transformar a través de las mismas personalidades que tienen su grupo una sociedad mejor con mejores propiedades, no es el que se para al frente transmitiendo su saber con el sentir, el educador tiene el propósito de desarrollar al ser humano, convertirlo en un ser humano capaz y feliz que cada vez se acerque más al fin último, esté fin último , equivaldría a tener la inmortalidad a disfrutar de esa vida con Dios de tener ese desarrollo espiritual, que hace al ser humano cada vez más humano.
Aprendí después de dar tantos cursos de hacer tantas presentaciones de pararme frente a tantos grupos de tanta gente, que lo importante no está en la forma como yo lo decía, sino en el cómo la gente que estaba del otro lado escuchaba, yo me preparaba para enseñar, esa gente está preparada naturalmente para crecer con mi enseñanza, como lo iba a captar esa gente cómo podía transmitir yo el conocimiento cómo podía guiar cómo podía hacer un cambio en su mentalidad porque eso es la educación es un cambio, es el pasar de un estado actual a un estado ideal. Eso es lo que buscaba con mis poemas.
Acaso es esta la relación entre un alquimista y un educador, los dos buscan en la piedra filosofal el convertir en lo más preciado del mundo al ser humano el mezclar sus potencialidades, sus características, sus individualidades para hacer una sociedad mejor y también como el alquimista el educador busca en la inmortalidad la trascendencia, porque la educación es lo único que nunca deja de ser, Aristóteles promueve el pensar y que sea en libertad como condición para realización del ser humano, la educación es infinita, pues es un proceso de perfeccionamiento y dura toda la vida.
El alquimista es una especie de mago, nunca tuvo resultados que lo llevaran a convertir la alquimia en ciencia, el educador es una profesión, la educación es una ciencia sólo esto es lo que no tendrían en común, lo común a ambos es la transformación, amalgamar elementos naturales para obtener una combinación de elementos, muy superior a los individuales, con propiedades superiores además de trascender buscando el perfeccionamiento.
Entonces ¿ser alquimista o educador?
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