Autor Myriam Guadalupe Mendoza García
Actualmente los planes educativos no buscan la verdad, no buscan un desarrollo integral de la persona, detrás de ellos hay una ideología e intereses. Los proyectos están basados en el relativismo.
Existe una ideología que predomina en los programas de estudios. Tenemos que estar alertas y darnos cuenta que aunque las escuelas pretendan una educación amoral, que significa la no intervención de la religión en realidad lo que se promueve es un relativismo moral en la educación, ya que donde no puede promoverse la verdad y distinguir lo bueno de lo malo, en realidad lo que se promueve es el relativismo como principio de discernimiento para regir nuestros actos. Así un estudiante no tendrá que reconocer objetivamente lo bueno y lo malo si no sentirse cómodo con su comportamiento lo cual promueve un liberalismo sexual, moral que hace incapaz de formar a los jóvenes en la virtud.
“La evangelización de la cultura es de especial importancia en nuestro tiempo, cuando la “dictadura del relativismo” amenaza con oscurecer la verdad inmutable sobre la naturaleza del hombre, sobre su destino y su bien último. Hoy en día, algunos buscan excluir de la esfera pública las creencias religiosas, relegarlas a lo privado, objetando que son una amenaza para la igualdad y la libertad. Sin embargo, la religión es en realidad garantía de auténtica libertad y respeto, que nos mueve a ver a cada persona como un hermano o hermana. Por este motivo, os invito particularmente a vosotros, fieles laicos, en virtud de vuestra vocación y misión bautismal, a ser no sólo ejemplo de fe en público, sino también a plantear en el foro público los argumentos promovidos por la sabiduría y la visión de la fe. La sociedad actual necesita voces claras que propongan nuestro derecho a vivir, no en una selva de libertades autodestructivas y arbitrarias, sino en una sociedad que trabaje por el verdadero bienestar de sus ciudadanos y les ofrezca guía y protección en su debilidad y fragilidad. No tengáis miedo de ofrecer este servicio a vuestros hermanos y hermanas, y al futuro de vuestra amada nación.”
Los siguientes autores nos ayudaran a comprender lo que significa el relativismo y su peso en la promoción de un relativismo moral en la educación.
La historia del relativismo en oposición a la verdad se remite a la filosofía antigua donde Sócrates amante de lo verdadero enfrenta las falacias de los sofistas entre ellos destaca Protágoras quien afirmaba que “El ser humano es la medida de todas las cosas”, como consecuencia de su pensamiento, no existe un criterio absoluto para juzgar lo verdadero y lo falso sino que el hombre es quien determina la realidad. En sintonía con este pensamiento Kant derrumba la definición Tomista de la verdad como la adaptación de la mente a la realidad y plantea que es la realidad la que debe adaptarse a la mente. Por lo tanto el hombre ya no deberá esforzarse en reconocer lo verdadero sino que será su mente el único criterio de veracidad.
En la actualidad el pensamiento Gianni Vattimo sostiene una tolerancia muy acorde con la propuesta de la sociedad en donde tolerar significa justificar todo comportamiento moral.
Cada uno tiene derecho de expresar su propio pensamiento, siempre y cuando no dañe a los demás y se especifique que es un pensamiento propio. Para el no existe la verdad solo la opinión de cada quien.
Es clave entender una triple distinción, el hombre tiene derecho a buscar la verdad, pero tiene obligación al encontrarla de amarla, respetar la opinión y tolerar el error cuando sea necesario buscando el bien de los demás. Este pensamiento es claro y opuesto a la propuesta por Vattimo, ya que no es defendible que todas las opiniones tengan igual valor, la verdad y el error bajo ningún aspecto pueden tener el mismo valor.
Ejemplo: si creo en la fe cristiana, yo puede afirmar que el matrimonio solo puede ser entre varón y mujer, pero al decirlo, debo añadir “esto es lo que yo pienso, solo es verdad para mí”.
Lo cual es una falacia, la verdad no se debe ocultar nos guste o no nos guste, aunque vaya en contra de nuestras pasiones, la verdad siempre lo será, no podemos negarla.
En la educación quieren imponer la verdad como un mundo relativo. Nosotros estamos llamados a vencer el miedo y declarar la verdad.
Debemos tener en claro que para educar integralmente no basta formar la mente, sino también formar el espíritu de la persona, no será suficiente conocer si no nos formamos en los valores y procuramos como fin de la educación el hombre virtuoso capaz de discernir lo bueno de lo malo, lo verdadero de lo falso, lo noble y lo justo
¿Pero cómo podemos contrarrestar el relativismo?
El Papa Benedicto XVI proponía:
“La evangelización de la cultura es de especial importancia en nuestro tiempo, cuando la “dictadura del relativismo” amenaza con oscurecer la verdad inmutable sobre la naturaleza del hombre, sobre su destino y su bien último. Hoy en día, algunos buscan excluir de la esfera pública las creencias religiosas, relegarlas a lo privado, objetando que son una amenaza para la igualdad y la libertad. Sin embargo, la religión es en realidad garantía de auténtica libertad y respeto, que nos mueve a ver a cada persona como un hermano o hermana. Por este motivo, os invito particularmente a vosotros, fieles laicos, en virtud de vuestra vocación y misión bautismal, a ser no sólo ejemplo de fe en público, sino también a plantear en el foro público los argumentos promovidos por la sabiduría y la visión de la fe. La sociedad actual necesita voces claras que propongan nuestro derecho a vivir, no en una selva de libertades autodestructivas y arbitrarias, sino en una sociedad que trabaje por el verdadero bienestar de sus ciudadanos y les ofrezca guía y protección en su debilidad y fragilidad. No tengáis miedo de ofrecer este servicio a vuestros hermanos y hermanas, y al futuro de vuestra amada nación.”
Solo podemos combatir el relativismo como señala Benedicto cuando retomemos la importancia de la educación en las generaciones. Una educación religiosa que sea capaz de impactar el ámbito público del individuo, es necesario dejar de relegar la Fe a la esfera privada de la persona y recuperar una visión de real de la religión, donde la doctrina verdadera pueda ser expuesta públicamente y defendida incluso en las aulas, en las familias en toda la sociedad.
Fuentes bibliográficas
A. Bermúdez. El relativismo programa Cara a Cara EWTN (25 de agosto de 2011) en https://www.youtube.com/watch?v=9t1GQLoZDN4
El relativismo no puede educar (22 de octubre de 2014) en http://padresycolegios.com/El-relativismo-no-puede-educar/
I. Pérez López, Educación y relativismo: un enfoque crítico (2016). Instituto Teológico San Fulgencio
Papa Benedicto XVI, Homilía en la misa del Viaje Apostólico a Reino Unido – Glasgow (16 de septiembre de 2010)
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